30.9.06

CÁDIZ NUESTRO


Cádiz nuestro que está en el sur, la historia conoce tu nombre, venga a nosotros tu cultura, háblese de tí, así en la Habana como en Nueva York. El Cádiz nuestro de la reconversión naval de nuestros días, perdona a los que queman tus campos y bosques. No nos dejes caer en la tentación de dejarte morir sin hacer nada para impedirlo. Cádiz humilde, que te escondes en un ricón del sur por no molestar, venga a nosotros tu sal de la vida.

Creo en el hombre, y tengo la esperanza de que cualquier día creerá en ti, y comprenderá el mal que hoy te hace.

¿Recuerdas Cádiz, hace dos mil años cómo eran tus campos?
¿Recuerdas tu ganado, que entró en la leyenda?

Dicen que la habitaban hombres primitivos, probablemente el hombre no era culto, pero te respetaba, te quería y te cuidaba.

Tengo la certeza que todo volverá a florecer de nuevo cuando el hombre desaparezca de la faz de tu tierra, por los siglos de los siglos, amen.

Abuelo Chano.

"¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?"
Francisco de Quevedo.