19.12.07

"CAMINITO DE BELÉN"

La Noche Buena se viene, la noche buena se va…

Cada año, decimos lo mismo: “Parece que fue ayer y aquí estamos aguardando la estrella de la esperanza, una nueva Navidad se aproxima”.

Esperamos la venida de nuestro Señor Jesucristo que va a nacer en un pesebre en Belén. Jesús proclamó la Buena Nueva de dar y recibir amistad, solidaridad y compañía, como la semilla de las relaciones entre los seres humanos. La gran mayoría, se acuerdan de sus semejantes solamente en estas fechas. Debemos prestar especial atención los unos de los otros, los trescientos sesenta y cinco días del año. Tenemos que hacer que nuestra espera de la Navidad, sea una expectación que denote y produzca alegría, no solo por los regalos y las fiestas, aunque hay que disfrutarlas también, y mucho. Celebramos, nada menos que, el nacimiento de nuestro Dios hecho hombre.

Recuerdo, cuando era niño, que mis hermanos y yo, permanecíamos impacientes por la llegada de la Navidad. “Ayudábamos” a nuestra madre, a la laboriosa tarea de pelar el pavo –cuando lo había–. Aguardábamos ansiosos la llegada de nuestro padre. Venía del trabajo con una caja de polvorones (que la pagaba a letras), el estuche traía un almanaque de la Virgen Macarena. Los cinco hermanos, queríamos ser los primeros en meter la mano en la caja y coger el polvorón grande que venía en el centro de los mantecados. La noche del veinticuatro –Noche Buena–, mi madre se pasaba toda la noche elaborando tortas y pestiños. Y nos cantaba: “Esta noche es noche buena y no es noche de dormir”. Nosotros, cumpliendo la tradición, nos quedábamos en vela haciendo ruido con dos tapaderas.
Las calles comienzan a oler, a harina de trigo, aceite y miel.
Vino de la tierra, matalahúva, azúcar, sal y limón.
La alegría, sésamo, o ajonjolí y la exquisitez de la canela.
La mujer chiclanera, con maestría, pulcritud y cariño,
ya está elaborando la masa de los pestiños.

Cientos de grupos de Campanilleros, especialmente en Andalucía, se hallarán inmersos ensayando sus tonadas, canciones y villancicos, para interpretarlos en estas Navidades.
Muchos son los instrumentos utilizados para acompañar estos cánticos, como pueden ser: la botella rayada de anís, la pandereta, el almirez, la sartén, el pandero, el triángulo, cascabeles, molinillo de café, guitarra, cucharas y cuantos cacharros de cocina sirvan para organizar bastante estruendo.

“Caminar la Virgen pura, viva el amor”…

Existe un instrumento de percusión, concretamente un tambor de fricción, denominado “Zambomba”, el cual produce un sonido grave y peculiar. La Zambomba, aunque se utilice sola, es imprescindible y sumamente importante para el acompañamiento real de los villancicos. Antiguamente, se aprovechaba el pellejo de los conejos y las vejigas de los cerdos para su sonorización. Normalmente por esta zona, se utiliza una tinaja mediana para su elaboración.

La denominación de este instrumento musical de tradición popular –Zambomba–, viene asociado a unos singulares encuentros que han proliferado de manera espectacular en la provincia de Cádiz. Destaca ampliamente Jerez de la Frontera, ya que por todos los rincones de la ciudad y desde el siglo XVIII, se pueden oír a grupos de campanilleros o flamencos, con Zambombas interpretando por estas fechas villancicos. En algunos lugares como Chiclana, se conoce estos encuentros navideños como Zambombás.


“Zumba, zúmbale al pandero,
Al pandero y al rabel.
Toca, toca la zambomba. Dale, dale al almirez”.


Abuelo Chano.


Feliz Navidad.
Felices Pascuas.
Happy Christmas.
Joyeux Noel.
Bo Nadal e Bo Ani Novo.
Bon Nadal i un Bon Any Nou.
Merry Christmas.
Fröhliche Weihnachten.